Quizá, porque he aprendido a caerme,
no me cuesta tanto estar en pie.

Si dejas que el viento te lleve, coge sólo lo necesario,
para volar , mejor ligero de equipaje.
Si te sobra la memoria...olvidala.

Fue precioso el camino,

pero lo más lindo fue quedarse, a tu lado,

descubriendo, que hoy como ayer los sueños son los mismos.

Se apaga la luz, pero todo sigue igual,
quizá la oscuridad estaba en mi mirada.

Tal vez, mañana saldrá el sol,
y yo sólo vuelva a ver un amanecer,
pero no su luz.

Desierto del Sahara, Rasd. 2008

Caminaré, siempre hacia delante,

al mirar atrás, veré camino,

y al mirar de frente veré mis pasos.

Quizá hacemos mucho caso al dolor que producen las rarezas.
¿Por qué no recordamos el placer de los te quieros?
El cariño, que nos enseñene lo que es digno aprender y deseche o perdone lo que no fue digno decir o escuchar.
Quizá el secreto sea no tener miedo al conflicto, para que cada vez sean menos y más insignificantes.
Que no sea nuestro mal, el miedo a tenerlos.

Nos robamos los colores,
Nos debimos mil te quieros,
una lumbre y un camino.